No te exige mucho y casi casi, engaña a tu cerebro y a tu voluntad.
Es sabido que nos resulta mucho más fácil dedicar poco tiempo a las cosas que más nos cuestan. No es lo mismo enfrentarte a una montaña de ropa por planchar, que destinar diez minutos diarios, independientemente de la cantidad que tengas delante. No es lo mismo dedicarte un día entero a ordenar los papeles de tu escritorio, que asignar cinco minutos diarios para esta tarea.
La Técnica Pomodoro es un método para la administración del tiempo desarrollado por Francesco Cirillo a fines de los años 1980.
Esta técnica usa un reloj para dividir el tiempo dedicado a un trabajo en intervalos de 25 minutos -llamados 'pomodoros'- separados por pausas de 5 minutos.
El método se basa en la idea de que las pausas frecuentes pueden mejorar la habilidad mental, y trata de ofrecer una respuesta eficaz frente al tiempo, en lugar del estado de ansiedad que suele provocar el "devenir" del tiempo: -Se me pasó la mañana volando y qué hice???
Hay cinco pasos básicos para implementar la técnica:
- Decidir la tarea a realizar
- Poner el pomodoro (el reloj o cronómetro) a 25 minutos
- Trabajar en la tarea hasta que el reloj suene y anotar una X
- Tomar un pausa breve (5 minutos)
- cada cuatro "pomodoros" tomar una pausa más larga (15-20 minutos)
4 comentarios:
La técnica Pomodoro me parece sensata, y sin embargo creo que sólo es posible aplicarla en un entorno de trabajo en el cual no haya intrusiones externas (llamadas telefónicas, jefes y compañeros, clientes, o niños, cónyugues, mascotas, vecinos, carteros, parientes, etc. en el caso de trabajar en casa).
Recuerdo que el músico argentino Miguel Mateos decía tener su estudio privado en el sótano de su casa, y que cuando estaba componiendo se encerraba de modo que su familia se comunicaba a través de un par de señales luminosas: una para recibir víveres y otra por urgencias... ¿algo extremista?
Juan, Buenos Aires
Durante años trabajé en edición de libros y diseño gráfico, pasando muchas horas en la computadora (herramienta principal y excluyente en esta época). Mis horas más productivas eran a partir del mediodía y podía llegar si era necesario trabajar hasta muy avanzada la noche (aclaro que por entonces vivía solo).
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Creo que por entonces empleaba intuitivamente una técnica similar para no "saturarme" y de paso descansar mi mente y mi cuerpo: cada hora u hora y media de trabajo concentrado, me preparaba un mate o algún tentempié, o salía al jardín a respirar un poco de aire puro (o humo de tabaco), o me iba a comprar el diario, o a correr o al gimnasio. Salvo las dos últimas opciones, empleaba 15 a 20 minutos, tras los cuales volvía a sentarme en el escritorio más fresco y con ganas de seguir... y lo más importante, el tiempo me rendía.
Pablo, Tandil, Argentina
Juan: está claro que esta técnica no puedes utilizarla a no ser que estés solo. Más que una ayuda es una "auto-ayuda". Está claro que con gente alrededor, teléfonos que no paran de sonar o teniendo que atender clientes es imposible utilizarla, casi te diria que es imposible concentrarse en cualquier cosa, sólo en lo inmediato a resolver.
Suele ser idónea para las mentes disperas, las mentes que aún estando solas no pueden centrarse en la tarea que tienen que acomenter.
Gracias por apreciarlo.
Claudia.
Pablo, lo que comentas es basicamente la técnica, con tus variantes o las de cada uno. Tú la has empleado desde la intuición, sin conocer siquiera su nombre. Obviamente la intuición es la gran creadora, las personas sólo patentan ideas que otros no patentaron antes.
Gracias, de nuevo, porque siempre te haces un hueco para leer sobre estos temas.
Claudia.
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