“Pregúntate si lo que estás haciendo hoy te acerca al lugar en el que quieres estar mañana.” J. Brown.
-No busques cualquier trabajo, sé constante en tus sueños.
(Y si, irremediablemente, tienes que comer, busca cualquier cosa que cumpla ese fin pero no se te ocurra acomodarte. Dedica un rato cada día a seguir con tu estrategia en pos de tu sueño.)
-No busques cualquier trabajo, define exactamente lo que quieres y dónde: si quieres ser empleado de comercio define de qué rubro: en una charcutería, en una tienda de ropa, en una librería, etc. Luego elige el comercio y averigua qué requisitos piden para trabajar allí. Reflexiona si los posees. Si no es así, tendrás que plantearte un sub-objetivo: cumplir esos requisitos.
-Ya que no tienes trabajo, por qué no piensas en aquello en lo que siempre te hubiera gustado trabajar? Puede ser tu propia empresa o retomar tu vocación. Por qué no pruebas a analizar la forma de cumplir esa meta?
-No hagas cursos porque sí. Haz los que te acerquen al objetivo marcado. Un curso de comercio o escaparatismo está muy bien para ser empleado de tienda, pero no si estás buscando una salida profesional a tu licenciatura en administración de empresas.
-Cuando vayas a una entrevista de trabajo compórtate como alguien que va a ofrecer un servicio, no como si necesitaras un favor.
-No importa qué tan deprimido estés, es tu derecho, pero sigue haciendo lo que debes hacer, buscar trabajo.
-Mimate, cuidate y compensate. No necesitas dinero, a veces un baño relajante surte efectos maravillosos.
-Allí donde vayas: no des lástima. El optimismo es lo único que vende una buena imagen. Y no sabes si hablando en la cola del pan alguien puede ofrecerte algo.
-Arréglate: antes de una entrevista te colocas la sonrisa.
-Posiciónate: camina erguido mirando al frente con paso firme (no importa si te sientes derrumbado, si no lo demuestras no lo notarán)
-Sé curioso: tienes que llegar sabiendo todo lo que puedas sobre la empresa que te entrevistará.
-Conócete: reflexiona sobre tus virtudes y carencias. Sobre lo que te gustaba de tu último trabajo, lo que conseguiste en tu puesto, sobre lo que te supuso un problema.
-Hablando de arreglarse: mirate al espejo objetivamente y pregúntate: si te encuentras con alguien como tú en el ascensor, qué piensas de tí? Que eres un oficinista, un empresario, un comercial, el cobrador del frac, un artista extravagante o que vas de camino al gimnasio? Preguntate qué imagen quieres vender y tómate tiempo para prepararla. Elige con sumo empeño y cuida hasta el más mínimo detalle.
-Que internet sea siempre tu recurso complementario y mínimo en comparación. Patea las calles, golpea puertas, preséntate en persona, así también desarrollarás tu competencia de "don de gentes".
-Deja de buscar excusas para no formarte si lo necesitas. Transforma tus excusas en obstáculos y luego les das soluciones, pero haz lo que tengas que hacer.
-Sé original: si crees que una empresa no leerá todos los currículums que le llegan por e-mail, envíalo por correo postal.
-Visualizate cada día en tu trabajo ideal. Vislumbra la calle, la entrada, los colores de las paredes y cómo te sientes allí, haciendo lo que te gusta.
Y recuerda: tu peor enemigo no es el desempleo actual sino tu creencia de que no vas a conseguir trabajo.
5 comentarios:
Me parece muy util, lo compartiré. En estos tiempos hay que ser generosos. Gracias!!!
Gracias a ti, Paco. Me alegra que te resulte útil.
Un abrazo.
Hola Claudia!
Estoy de acuerdo con lo que escribes. Ante todo nos vendemos a nosotros mismos, y a nadie le gusta "comprar" pesimismo, derrotismo o desesperación (en todo caso lo más probable es que se obtenga algo parecido a una limosna). Un empleador sensato y honesto busca "brazos" para su empresa, y elegirá los que tengan mejor estado, aspecto e iniciativa.
Sin embargo, la realidad me hace dudar un poquito de lo que acabo de afirmar...
Julián, Murcia
Gracias, Julián, por tu apreciación. Yo creo que tienes bastante razón.
Un abrazo.
Muchas gracias este articulo si me gusto!
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